No,
no te rindas:
porque tu llanto
aún no es suficiente.
¿Enamorado?
No, no estoy enamorado:
tú no lo vales,
y tampoco pensar en ti,
tampoco pensar en ti.
Huir,
yo te vi huir,
te vi huir de los televisores,
te vi huir de los televisores
y desde entonces ya nunca te veo.
Y ahora quiero que llores,
quiero que llores
por lo que me hiciste aquella noche...
Porque tengo miedo, Dios mío,
porque estoy aterrado...
¿Qué va a ocurrir con mi vida?
Oh, pero no,
no te rindas...
Porque lo intentaste,
pero no fue suficiente.
Porque tú me rompiste el corazón.
martes, 3 de septiembre de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario