Julieta:
me pongo de rodillas
y hablo en lenguas,
bajo un sol deslavado
de perfecta claridad.
Pero me pongo delirante;
creo que mis costados
serán divididos.
De pie en la acera,
a veces es como si...
De cualquier modo,
no creo que vuelva a ser feliz
sólo con tachar mi nombre.
Y todo es tan lúcido y tan aterrador,
desde que K me rebasó.
Mis sentidos se afilan.
Mis manos son puños.
Estoy bastante cansado de hacer listas.
Es por culpa de este vacío,
al cual no puedo ahuyentar.
Y cuando el anochecer pinta las calles,
cuando el anochecer pinta las calles...
es como caminar por un trampolín.
De cualquier modo,
no creo que vuelva a ser feliz
sólo con tachar mi nombre.
Y todo es tan lúcido y tan aterrador,
desde que K me rebasó.
Hay un agujero en mi cráneo;
aire caliente sopla por ahí.
De pie en la acera,
¿por dónde comienzo?
No creo que vuelva a ser feliz
(supongo que ya cerré esa puerta)...
Cada noche, una extraña geometría,
desde que K me rebasó.
jueves, 19 de diciembre de 2019
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