Tú y yo caminamos por el pasto,
pensando en lo que pasamos,
ambivalentes y jóvenes,
tal vez sólo seamos tontos.
Pero lo cierto es que duele,
¿y vale realmente la pena?
No hay esperanza ni futuro.
Sostengo una pistola
contra mi cabeza,
así que envíame un ángel;
o entiérrame profundo
adentro de la tierra,
con demonios para apoyarme.
Está en el cielo, no regresará.
No hay esperanza ni futuro.
Moriremos igual de perdedores.
Sostengo una pistola
contra mi cabeza,
así que envíame un ángel;
o entiérrame profundo
adentro de la tierra,
con demonios para apoyarme.
Sin nada de esto,
absolutamente nada...
lunes, 19 de enero de 2015
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