jueves, 15 de enero de 2015

Suzanne- Leonard Cohen

Suzanne te lleva a su lecho junto al río, 
donde escuchas cómo avanzan los barcos 
mientras pasas la noche a su lado.
Y aunque sabes que está media loca, 
es por eso mismo que estás ahí. 
Ella te alimenta con tés y naranjas
que llegaron desde China,
y justo cuando estás por decirle
que no tienes amor para entregarle, 
ella te envuelve en su oleaje
y deja que el río te responda
que tú siempre has sido su amante. 
Y tú quieres viajar con ella, 
tú quieres viajar a ciegas, 
y sabes que ella confiará en ti
porque has tocado su cuerpo perfecto
con tu mente.

Jesucristo fue un marinero 
cuando caminó sobre el agua, 
mirando durante un largo rato 
desde su solitaria torre de madera.
Y únicamente cuando tuvo la certeza
que sólo lo ven quienes se ahogan, 
dijo que cada hombre será un marinero
hasta que el propio mar los libere.
Pero él mismo estaba deshecho, 
incluso antes de que se abriera el cielo; 
abandonado, casi como un humano, 
se hundió en tu sabiduría como una piedra. 
Y tú quieres viajar con él, 
tú quieres viajar a ciegas, 
y sabes que podrías confiar en él 
porque ha tocado tu cuerpo perfecto 
con su mente. 

Ahora Suzanne te toma de la mano
y te conduce hacia el río, 
lleva puestas plumas y harapos
donados por el Ejército de Salvación.
El sol se desparrama como miel 
sobre Nuestra Señora del Puerto, 
y ella te enseña dónde buscar
entre la basura y las flores;
hay héroes entre las algas, 
hay niños en la mañana
que se asoman queriendo ser amados
y que por siempre estarán inclinados
mientras Suzanne sostiene el espejo. 
Y tú quieres viajar con ella, 
tú quieres viajar a ciegas, 
y sabes que puedes confiar en ella
porque ha tocado tu cuerpo perfecto 
con su mente. 

2 comentarios:

Yareli dijo...

<3

emmanuel méndez dijo...

:D me tardé un poco (está medio difícil), pero ahí está

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