Sonny Boy llevaba una cadena plateada
al contemplar las vías del tren.
Y yo sostengo en mis manos un sombrero
que encaja mi pasado en forma de T,
fácilmente rompible.
Avancé por la calle bordillo abajo,
hacia donde es más perturbador ir;
sosteniendo una aguja en mi mano
por encima de la sinfonía,
fácilmente rompible.
Mientras resuenan las trompetas,
disipándose en el aire,
mis manos que imploran
cuelgan de una cadena plateada.
Con un talento para la catástrofe
que no puedo explicar,
cuento los pasos hacia la seguridad
que -lo sé- no me protegerá del dolor...
Darle un nombre
simplemente no funciona.
viernes, 19 de julio de 2019
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