Estoy en negra melaza.
Un desliz de cuerda de violín,
con compasión.
Pero no estoy corriendo.
Basta de vidrios rotos.
Suficientes para que pueda comer,
los pies que danzan.
Un vidente,
una pluma de ave marina.
Cuerdas deslizantes de violines,
con compasión.
Pero no estoy corriendo.
Basta de vidrios rotos.
Suficientes para que pueda comer
mis pies danzantes.
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