No diré que te amo, nena.
No diré que te necesito.
Pero voy a hacerte mía,
y no te causaré ningún mal.
Vivir es básicamente perder el tiempo:
yo desperdiciaré mi parte,
pero nunca es algo placentero,
así que no tardemos demasiado.
Eres suave como el vidrio,
y yo soy un hombre amable.
Tenemos el cielo para conversar
y la tierra para descansar.
Días ascienden y luego caen,
como lluvia sobre una conga.
Olvida la mayoría, recuerda algunos,
pero nunca rechaces ninguno.
Todo no es suficiente,
Nada es demasiado para soportar.
Donde hayas estado fue bueno, pero se ha ido,
lo único que te queda es haber llegado ahí.
Vivir es volar,
ya sea en lo alto o lo bajo,
así que sacúdete el polvo de las alas
y la somnolencia de tus ojos.
Adiós a todos mis amigos,
es hora de irme otra vez.
Pienso en toda la poesía
y lo que recogeré en el camino.
Extrañaré este sistema:
el fondo es profundo,
los agudos son claros.
Pero no vale la pena pensar mucho
en cosas que dejas atrás.
Me iré, pero no por siempre;
pronto volveré con las melodías
y los ritmos que encuentre.
Todos tenemos vacíos por llenar:
esas oquedades son lo único real.
Algunas caen sobre ti como tormenta,
algunas otras son cavadas por ti mismo.
La decisión es tuya, el tiempo está de tu lado.
Algunos se ahogan en el mar,
mientras que otros labran la piedra.
Vivir es volar,
ya sea en lo alto o lo bajo,
así que sacúdete el polvo de las alas
y la somnolencia de tus ojos...
Sacúdete el polvo de las alas
y las lágrimas de tus ojos.
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