Un rinconcito, una guitarra,
este amor, una canción,
para hacer feliz a quien se ama.
Mucha calma para pensar,
y tener tiempo para soñar...
desde la ventana se ve el Corcovado,
el Redentor, qué lindo.
Quiero la vida siempre así,
contigo cerca de mí,
hasta que se apague la vieja llama.
Y yo que era triste,
incrédulo del mundo,
al encontrarte conocí
lo que es la felicidad, mi amor.
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