Llegué muy lejos por la Belleza,
dejé muchas cosas atrás,
mi paciencia y mi familia,
mi obra maestra sin firmar.
Pensé que habría recompensa
a una elección tan solitaria,
y que ella brindaría respuesta
a una voz tan desesperada.
Puse en práctica mi santidad
y me entregué a todo el mundo,
pero los rumores de mi virtud
no la conmovieron en absoluto.
Cambié mi estilo a plateado,
cambié mis ropas a un tono oscuro,
y ahí donde pensaba rendirme
ahora planeaba atacar...
Asalté el viejo casino
en busca de la carne y el dinero,
y fui yo quien terminó decidiendo
lo que estaba podrido
y lo que estaba fresco.
A los hombres bajo mi voluntad
les rompí los huesos para demostrar
el valor de mi perdón,
la sombra de mi alcance.
Pero no, a ella no la pude tocar
con mi mano tan pesada,
ni a su estrella, más allá de mi mandato,
ni a su desnudez sin tripular...
Llegué muy lejos por la Belleza,
dejé muchas cosas atrás,
mi paciencia y mi familia,
mi obra maestra sin firmar.
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