El beso de esqueletos desdentados
y el granizo del verano.
Soy el Rey de las Uñas: bebo mi licor
de la mano de un niño que habla en lenguas
y huele como el sol.
Entrega todas tus hojas
a los fantasmas de los árboles.
Así brilles o te hundas,
¡mías serán todas las uñas!
Cuando el sol llegó a tocar la puerta
y la sangre corría por las escaleras,
cerré los ojos y maté a un gallo.
De tu cuello y de tus ojos
saboreé el aceite salado,
mientras el aguijón estaba en lo alto.
Duermo en el fuego
con serpientes que yo mismo he engendrado.
Así brille o me hunda...
¡Mías serán todas las uñas!
martes, 25 de marzo de 2014
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