Si pudieras leer mi mente, qué cuentos
te podrían contar mis pensamientos:
igual que en la película antigua
de un fantasma del pozo de los deseos,
estoy en la prisión de una fortaleza
con los pies sujetados con cadenas;
pero ya jamás podré salir libre
porque un fantasma es para ti invisible.
Si pudiera leer tu mente, qué cuentos
me podrían contar tus pensamientos:
como en una de aquellas novelas
que suelen vender en las tiendas,
cuando llegue la parte de tus problemas
yo podría ser el héroe que te rescata;
pero los héroes a veces también fallan,
y no querrás leer el libro nuevamente
porque el final es muy deprimente.
Como en un guión de enredos
donde termino mal parado,
cual estrella de cine me iría caminando,
hasta que en la segunda escena
entre a cuadro una diva
que saque lo mejor que tengo dentro;
pero por ahora, amor, seamos realistas.
Nunca pensé actuar de esta manera
y tengo que confesar que no lo entiendo.
No sé en qué momento salió todo mal,
se fue el cariño y no lo puedo regresar.
Si pudieras leer mi mente, qué cuentos
te podrían contar mis pensamientos:
igual que en la película antigua
de un fantasma del pozo de los deseos,
estoy en la prisión de una fortaleza
con los pies sujetados con cadenas;
pero las historias a veces terminan,
y si eres perspicaz y lees entre líneas
sabrás que sólo trato de entender
por qué me has dejado de querer.
Nunca pensé sentirme de esta manera
y tengo que confesar que no lo entiendo.
No sé en qué momento salió todo mal,
se fue el cariño y no lo puedo regresar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario