vienen en colores rojo o negro;
he visto sus mundos dentro de mi cabeza.
Ellas conectan con la caída del hombre;
ellas te respiran, bucean en ti
tan profundo como pueden.
Y no hay nada que puedas hacer por ellas:
son la fuerza que hay en medio,
cuando la luz del sol está surgiendo.
Y no hay nada que a él puedas decirle:
él es un corazón externo,
y el espacio está roto.
Roto, nuestro amor está roto...
Cuando ellas se van,
¿se pierden en el brillo congelante
o persisten en tus ojos?
¿Es por la luz
o por las pantallas de plasma
que seguimos encendidos
durante la noche,
mientras dormimos?
Y no hay nada que puedas hacer por ellas:
son la fuerza que hay en medio,
cuando la luz del sol está surgiendo.
Y no hay nada que a ella puedas decirle:
me he quedado sin corazón,
y el espacio está roto.
Roto, nuestro amor está roto...