El amanecer insiste en la alegría,
¿pero cómo puedo estar alegre
ahora que mi flor ha muerto?
Oh sol, veo que estás feliz...
Ya provocaste el rocío de la mañana,
ahora me estás mostrando la verdad...
pero yo no quiero creerte.
Los rayos del sol
queman mis sueños infantiles.
La maquinaria que me daba alegría
es ahora sólo un estúpido juguete.
Oh, si pudiera volver y encontrarte,
besaría tu cabeza brillante,
escucharía las cosas que me decías
y por siempre te creería.
Pero esta puesta de sol
está jodiendo mi cabeza.
Se siente como un amor que muere
ante los ojos de los jóvenes.
Dime que el amor no está vivo ni muerto,
dime que no es más que un poder de tu mente,
algo que está contigo todo el tiempo
y que sólo duele cuando te abandona.
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