Todos los recuerdos
de mi polvoriento estante
los pulí yo mismo
con quitamanchas.
Los pósters se están cayendo,
¿pero quién los necesita a mi edad?
He aprendido a sonreír
cuando todo lo que siento es rabia.
Así que creo que iré a Bakersfield
con Gabriel y Paul,
y me esconderé tras los botes de basura
mientras los santos lugares comunes caen
y las puertas estallan.
Estoy casi llegando...
con todo y mis albatros.
Y es la estrategia, no el protocolo,
sí, la estrategia y no el protocolo,
lo que me trae aquí.
miércoles, 17 de enero de 2018
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