jueves, 18 de enero de 2018

Lucinda Williams- Vic Chesnutt

Importaciones y altercados. 
Mis facultades 
se fueron a viajar de mochilazo.
Me acomodé con un dolor tan grande 
como Robert Mitchum 
y escuché a Lucinda Williams.  

Oh, mentiras convenientes 
y cuchillos de goma...
Soy un cobarde villano, 
me aviento clavados de panzazo.
"I" va después de "E", 
al menos después de mí. 
Estoy auscultando mis signos vitales
a una velocidad vertiginosa.

Tú y tu pequeño séquito
jugando increíblemente pequeños 
juegos de salón en el garaje.
Como un jurado de mis pares, 
triangulan mi bonito punto de exasperación.
Nos congregamos por un poco 
de ese jugo católico. 

Escondido tras la cortina del baño, 
veo el abeto virgen. 
Estoy empapado y me siento gracioso.
El espejo es un espejismo; 
no es casualidad que siempre me vea pésimo.

Todos mis héroes se fueron al Más Allá.
Inglaterra es vieja pero la Atlántida ya no existe.
Las plumas caen del cielo y no puedo esquivarlas.
El alquitrán rezuma de mi pequeño vaso.
Es un antiguo y horrible residuo.
No hay confusión sobre qué ha sido abusado.

Todos mis héroes se fueron al Más Allá.
Inglaterra es vieja pero la Atlántida ya no existe.
Las plumas caen del cielo y no puedo esquivarlas.
El alquitrán rezuma de mi pequeño vaso.
Es un antiguo y horrible residuo.
No hay confusión sobre quién ha sido acusado.

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