Ha pasado mucho tiempo
desde que memoricé tu rostro.
Han pasado ya cuatro horas
desde que deambulé por tu casa.
Y cuando duermo en tu sofá
me siento muy seguro.
Y cuando traes las sábanas
me cubro la cara.
Te amo, te amo.
Y cuando tocas guitarra
escucho zumbar las cuerdas;
el metal vibra bajo tus dedos.
Y cuando tejes
me siento hipnotizado y orgulloso.
Y te diría que te amo,
pero decirlo en voz alta es complicado...
así que no lo diré,
y no me quedaré mucho tiempo.
Pero tú eres la vida
que siempre había necesitado.
Pienso en ti como en un hermano,
aunque suene estúpido.
Las palabras son dispositivos inútiles.
lunes, 8 de enero de 2018
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