El placer se derrite como chocolate.
Mi coraje de listón azul se ha esfumado.
Mi salsa debió haberse filtrado a otro lado.
Y el mundo...
Los inmundos pasos, el concreto frío,
la falsa tierra debajo de mis pies,
el antiguo olor de las calles...
Sí, y el mundo es una esponja.
Y cuando la crisis pase,
cuando la costa esté despejada,
yo seré pulido hasta volverme líquido.
Y el mundo es una esponja.
A lo largo de esta horrible salida,
he estado murmurando el contexto
que más bien debería estar gritando.
Pero pronto estaré en silencio,
pronto tú no escucharás nada...
Y el mundo es una esponja.
miércoles, 25 de mayo de 2016
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