Suenan las campanas
sobre la ciudad inundada;
suenan en las calles deshabitadas
y en las poblaciones lejanas.
Suenan las campanas
mientras los barcos zarpan;
de camino a mi casa,
nada se mueve, no respira nada.
Suenan las campanas,
suenan mientras duermo;
en mi dormir no hubo descanso,
aunque fue un profundo sueño.
Suenan las campanas,
y ambos sabemos
que ya no podemos hacer nada,
pero seguimos adelante, caminando.
Puedes apoyar tu cabeza,
descansarla en mi rodilla;
puedes contarme una historia
que no termine de esta forma.
Suenan las campanas,
y ambos sabemos
que ya no podemos hacer nada,
pero seguimos adelante, caminando.
jueves, 9 de abril de 2015
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