Domingo sombrío,
mis horas son insomnes.
Queridas son las sombras
innumerables con las que vivo.
Las pequeñas blancas flores
nunca van a despertarte,
no luego de que el negro maestro
de la pena te llevara con él.
Los ángeles no tienen idea
si vas a regresar algún día.
¿Se enojarían ellos
si pensara reunirme contigo?
Domingo sombrío.
Domingo sombrío,
lo malgasto entre sombras.
Mi corazón y yo hemos decido
ponerle fin a todo esto.
Pronto habrá sólo velas
y tristes oraciones, lo sé,
pero que no se derrame llanto,
pues estaré feliz de haberme ido.
La muerte no es sueño:
es en la muerte que te acaricio.
Con el último aliento
de mi alma te bendigo.
Domingo sombrío.
Un sueño... todo fue sólo un sueño...
Despierto y te encuentro
dormido en lo profundo de mi corazón.
Querido: espero que mi sueño
no te haya acosado.
Mi corazón te está diciendo
tan sólo lo mucho que te he extrañado.
Domingo sombrío.
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