Era tarde y estaba furioso.
En el mundo que cultivan mis demonios
tuve de pronto la más extraña sensación,
y por una vez no fue el odio.
Sí, estoy cambiando,
sí, me estoy yendo,
sí, me estoy haciendo viejo
y sí, sigo avanzando...
Y si no piensas que todo eso es un crimen,
puedes venir a mi lado y seguirme.
La vida se mueve, ¿no te das cuenta?
No queda futuro para nosotros dos.
Me aferraba en una búsqueda eterna,
pero ya no hay más que pueda hacer, nena,
así que no estés triste:
hay otro futuro esperando por ti.
Admito que esta vez lo vi
desde otra perspectiva.
Alcancé a verlo de reojo
y ahora voy detrás de él.
Dicen que la gente nunca cambia
pero esa es una vil mentira:
por supuesto que cambian.
Sí, estoy cambiando,
no puedo detenerlo.
Incluso aunque quisiera
no sabría cómo hacerlo.
Creo haber descubierto al fin
una versión nueva de mí.
No puedo seguirme escondiendo,
maldecir a la indulgencia
y despreciar la fama.
Hay un mundo allá afuera
que está llamando mi nombre...
Y también te está llamando a ti.
Levántate y anda, cruza el umbral:
un mundo detrás de la puerta te está llamando.
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