Cuando es demasiado elevado
el número de muertos por el cielo flotando,
no sé por qué razón,
pero el amor viene a mí.
Cuando tu boca yace abierta,
la cabeza derribada, sin arreglar,
carente de anillos, flores o jabón,
el amor viene a mí.
El amor viene y todo
son mis manos,
mi corazón
y mis labios...
Eso es todo.
Cuando la fiebre golpea tu frente,
y unos confiados ratones mastican tu cama,
y llamas a Dios, pero Dios está muerto,
el amor viene a ti.
¿Serías mi único y dulce amor?
Soy un pastor hambriento
con un duro corazón de panal,
y estoy anhelando nacer para ti, o sea ella...
El amor viene a ti.
El amor viene y todo
son tus manos,
tu corazón
y tus labios...
Eso es todo.
Por la noche, cuando me sientes,
cuando la parte de atrás de tus rodillas me encubre,
y cuando tus globos oculares me vuelven irreal,
el amor viene a mí.
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