Los muertos saben lo que hacen
cuando dejan este mundo detrás.
Cuando el aquí y el más allá
se alinean momentáneamente,
la necesidad de acelerar
y tomar la delantera
disminuye repentinamente.
Los muertos saben lo que hacen
cuando dejan este mundo detrás.
Y por mucho que nos gustaría
tomar el carrete y rebobinar,
o acelerar la búsqueda
de lo que estamos destinados a encontrar,
cuando la muerte llega y el sufrimiento acaba,
el sufrimiento lo siguen haciendo
los que se quedan atrás.
Noches que no sucederán.
Tiempo que no pasaremos.
Tiempo que no pasaremos
juntos de nuevo.
Los fantasmas son sólo viejas casas
que sueñan personas por la noche.
No lo dudes, cariño, a los muertos
les irá bastante bien.
Contempla la evidencia
y te garantizo que descubrirás
que los muertos saben lo que hacen
cuando dejan este mundo detrás.
Noches que no sucederán.
Tiempo que no pasaremos.
Noches que no sucederán
nunca jamás.
Noches que no sucederán,
que nunca alcanzarán el final.
Noches que no sucederán
y que aún ni siquiera comienzan.
El mundo es sólo una posada en el camino,
y nosotros somos los invitados.
La muerte es un camello negro
que se arrodilla para que podamos montarlo.
Y cuando la muerte llega y el sufrimiento acaba,
el sufrimiento lo siguen haciendo
los que se quedan atrás,
en noches que no sucederán,
en tiempo que no pasaremos,
en tiempo que no pasaremos
juntos de nuevo.
Noches que no sucederán,
que nunca alcanzarán el final...
Noches que no sucederán:
ni siquiera podemos comenzar.
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