Para algunos, es algo digno de verse.
Deberían generar algunas reputaciones
en el culto al número uno.
Mientras tanto, los segundos
cambian en minutos
las horas del día,
y estos tragos dobles
desaparecen con el dinero
y con la luz del sol.
Afligido tocadiscos de monedas,
eres una máquina demasiado triste.
Estás lleno de lo que
otras personas quieren decir.
Y nunca pareces sonar fuerte,
entre tantas conversaciones
de la multitud.
Afligido tocadiscos de monedas
en una ciudad alegre.
Estás allá, en una esquina, desmoronándote.
Y siempre parece que te mantienen
con el volumen bajo:
la gente de esta ciudad no quiere enterarse.
Supongo que toda esa loca miseria
debe parecer real para ti,
pero únicamente el dinero ilumina tu mundo.
Estás atrapado, ¿qué puedes hacer?
Tienes tendencias de Tennessee
y dependencias químicas,
haces los mismos chistes viejos
y cometes los mismos malapropismos
en el momento justo.
Afligido tocadiscos de monedas,
eres una máquina demasiado triste.
Estás lleno de lo que
otras personas quieren decir.
Las privaciones, la condena y la culpa
te hacen cuestionarte para qué fuiste construido. Afligido tocadiscos de monedas
en una ciudad alegre.
Estás allá, en una esquina, desmoronándote.
Y siempre parece que te mantienen
con el volumen bajo:
la gente de esta ciudad no quiere enterarse.
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