Empápame hasta la piel.
¿Me ahogarías en tu dulce sumisión?
Termina para que comience yo.
Asfíxiame, fuma el aire.
En este cítrico chupado
que es el rayo del sol,
a mí me vale madres.
No eres lo único que existe.
A pesar de cada columna vertebral
y cada corazón que has roto,
volveremos por más.
La sumisión lo termina todo.
Aquí viene él,
sin dudas y sin amor.
Te estoy arrojando rocas, hombre.
Quiero verte triste y sombrío,
quiero hacerte sangrar,
quiero verte arrodillado.
Adiós, adiós, pistolero.
Asfíxiame, fuma el aire.
En este cítrico chupado
que es el rayo del sol,
a mí me vale madres.
No eres lo único que existe.
Has sido comprado y pagado,
eres una puta, eres un esclavo.
Tu almacén no es un santuario.
Ven y saborea el final, eres mío.
Aquí viene él,
sin dudas y sin amor.
Te estoy arrojando rocas, hombre.
Quiero verte triste y sombrío,
quiero hacerte sangrar,
quiero verte arrodillado.
Adiós, adiós, pistolero.
Tengo malas intenciones,
quisiera darte una buena madriza;
y estas piedras que arrojo,
estos besos franceses,
son la única forma que he encontrado...
jueves, 31 de julio de 2014
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