Él se interpreta a sí mismo;
no le hago falta para vivir su infierno.
Él puede ser buena onda o cruel contigo y conmigo,
sabe que podemos arreglarnos con lo que sea.
Quiero lastimarlo,
quiero causarle dolor.
Soy una candela romana
y mi cabeza está en llamas.
Estoy alucinando:
te escucho llorar.
Tus lágrimas son baratas;
tus húmedas mejillas
están rojas e inflamadas.
Vuelve a dormir.
Quiero lastimarlo,
quiero causarle dolor.
Soy una candela romana
y mi cabeza está en llamas.
Quiero lastimarlo,
quiero causarle dolor:
hacerle sentir
esta bonita quemadura.
lunes, 14 de julio de 2014
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