Tu coño
está pegado
a un edificio en llamas.
Pinto mi cerebro
sólo porque estoy vivo.
Si me vieras vagando por la colina,
¿me acompañarías?
Tú pintas tus ojos,
los míos están en el cielo.
No hay palabra terrenal
que pueda yo decir
y que sea de oro.
La sonrisa de mi rostro
no siempre es real;
pero lo que me haces sentir
es lo único realmente real,
pequeña y oscura casa.
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