Vamos jovencito,
yo soy tu amigo
y comprendo
el dolor que estás sintiendo.
Viste llegar a tu madre,
la viste llegar a casa en un sueño;
pero en la lluvia, mientras te bañes,
podrás desvanecerlo.
Vamos jovencito,
no tienes que llorar,
tus ojos no se tienen que vaciar.
Vamos chico,
mantén la cabeza erguida
y suspira.
No tienes que comprender
ni siquiera los motivos
o el por qué.
martes, 15 de julio de 2014
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