todos esos tesoros que pudiste conservar.
El día se convierte en arena:
pierdes la fuerza en ambas manos
y ya no te pueden aguantar.
Para mí es como si ya estuviera muerto;
una sensación como de ver morir algo.
El amor aparta la mirada
en la dura luz del día,
en el borde donde ya no hay nada.
Los días se pierden en la oscuridad
de la luz que les hace falta:
nada se mide por lo que necesita.
Para mí es como si ya estuviera muerto;
una sensación como de ver morir algo.
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