Nunca puedo calmarte.
Nunca puedo darte la vuelta.
Nunca puedo regalarte flores.
Nunca puedo darte la vuelta.
Podría estar contigo mientras duermes.
Podría incluso estar dentro tus sueños.
Parado en el fregadero de la cocina,
tengo una sensación como de plástico.
Los edificios han cambiado de forma...
porque, nena, tú eres una lunática.
miércoles, 29 de octubre de 2014
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