Amor, déjame dormir en el sofá
y recordar el olor a tela
de tu humilde vestido de ciudad.
Oh, eso fue tan real...
Caminamos hasta que salió,
igual a un plato, la luna llena.
El viento soplaba una invocación
y yo me quedé dormido en la puerta.
Y nunca pisé las grietas
porque pensé que podría
lastimar a mi madre.
Y nunca pude despertar de la pesadilla
que me aspiró y logró succionarme.
Oh, eso fue tan real...
Te amo, pero tengo miedo de amarte.
Oh, eso fue tan real...
sábado, 25 de octubre de 2014
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