Tus labios no se mueven.
Tu cuerpo está inmóvil.
Pero las voces surgen de algún lado.
Como de una rocola.
Papas fritas y cerveza.
Y gente hablando en algún lado.
Sé que no hay nadie en casa.
Pero no voy desconectaré el teléfono.
No sé dónde debería estar.
Me asomo en la cocina.
Pongo una oreja en la pared.
Vuelvo a revisar el refrigerador.
A veces es sólo una noción
que crece como el océano.
Y no sé dónde debería estar.
Sé que no hay nadie en casa.
Pero no voy desconectaré el teléfono.
No sé dónde debería estar.
sábado, 25 de octubre de 2014
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