Ella es demasiado para mi espejo,
casi me hace perderlo.
Por la forma en que abusa de él,
me dan ganas de no usarlo otra vez.
Así que repara tu corazón
y acuérdate de tu alma.
Viejo Chicago, ella es una mujer
que convertiría a cualquier joven en un vago.
Ella aúlla como el viento.
Ella enfría mi corazón.
Ella me hace desear un poco
de humo rojo.
Hace que las cosas vuelen
y hace que las cosas rueden.
Ella me trajo hasta acá;
ahora tengo hambre y frío.
Recuerdo que mi madre me dijo
que fuera más selectivo.
Eso fue hace tiempo,
cuando creía que ella era mi amiga.
Pero ahora me entero
que ella es de cascos ligeros.
Recuerdo las mariposas
y el dulce olor del maíz,
y recuerdo el pez burbujeante
en el pequeño estante.
¡Oh, piojosa,
cómo te echo de menos!
Ella es demasiado para mi espejo.
Esa mala mujer...
cuánto miedo le tengo.
¡Oh, piojosa!
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