Hay enfermedad en mi cabeza.
Una enfermedad que me dice
que la ausencia de enfermedad es la muerte.
Repitiendo siempre el mismo estribillo:
"Quiero estar bien".
La enfermedad no puede comprarme
lo que los optimistas venden,
y eso los deprime.
¿Cómo puedo conciliar la semilla
que una vez fue sembrada en mí pero nunca creció?
Cuando la semilla huraña
se niega a germinar,
debe resistir la necesidad
de autodestruirse.
Entierra mis huesos fríos
en una cama en el bosque,
sin tierra en la tumba
que es la boca de mi estómago,
porque ahí nada crece.
¿Cómo puedo conciliar la semilla
que una vez fue sembrada en mí pero nunca creció?
¿Cómo puedo conciliar la semilla
que dos veces fue sembrada en mí pero nunca se mostró?
Supongo que aquí es
adonde se dirige la resolución;
¿pero cómo puedo resolver
algo que no comprendo?
No me dejes inyectar
mentiras acerca de mi final.
Pero deja al menos una duda
escondida en este Amén:
¿Voy a estar roto por siempre?
Roto....
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