Yo tenía cinco,
él tenía seis años,
juntos cabalgábamos
un caballo de madera.
Él vestía de negro y yo de blanco,
él siempre ganaba la pelea.
Bang-bang, él me disparaba.
Bang-bang, caía contra el piso.
Bang-bang, ese espantoso sonido.
Bang-bang, mi amor me disparaba...
Las estaciones llegaron
y el tiempo cambiaron,
cuando crecí lo hice mío,
pero él sólo reía y me decía:
"¿Recuerdas cuando solíamos jugar?
Bang-bang, te disparaba
Bang-bang, caías contra el piso.
Bang-bang, ese espantoso sonido.
Bang-bang, yo te solía disparar..."
Sonaba música, la gente cantaba,
las campanas de la iglesia
sólo para mí sonaban.
Ahora él se fue, no sé por qué,
a veces lloro incluso hasta hoy.
Ni siquiera me dijo adiós,
no se tomó el tiempo de mentir...
Bang-bang, él me disparó.
Bang-bang, caí contra el piso.
Bang-bang, ese espantoso sonido.
Bang-bang, mi amor me disparó.
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