domingo, 21 de diciembre de 2014

California- Quasi

La vida es plena, 
la vida es gris, 
en el caso más favorable
la vida es sólo aceptable. 
Pero me alegra 
poder decir
que la vida 
también es corta...

Así que estoy de vuelta en California, 
donde soy un aborigen para los turistas, 
esos alegres epicureístas:
espectros malignos de mi propia 
educación suburbana.

Cuando encuentro intereses compartidos,  
puedo charlar gratamente, 
pero es difícil aparentar ser alegre
cuando te sientes tan desesperada
y no hay razón para este ánimo sombrío. 

Pasará, regresará, ¿pero aprenderé algún día?
Y los hijos del privilegio que me piden limosna, 
¿necesitan de mi ayuda para proveerse 
de sus intoxicantes o debería 
mejor darles una buena patada? 

Me voy hundiendo lentamente 
en el mar ambivalente 
de California.

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