Esa nochebuena no caía nieve,
y yo sabía lo que tenía que hacer.Pensé en liberar a los animales
que están encerrados en el zoológico.
Abrí la cerca de los pavo reales,
desaté a todas las llamas,
las serpientes y focas se podían ir...
pero ellos se negaron a huir.
Cada uno coincidió que en el zoológico
ninguno de ellos es feliz,
pero prefirieron salvarse ellos solos,
pensaban saber cómo lograrlo.
Los elefantes, los orangutanes,
los pájaros y los canguros,
todos dijeron: "No gracias, hermano,
aunque es bueno que se preocupen por uno".
Justo a las doce de esa noche de navidad,
comenzó a nevar mientras caminaba por el zoológico
y todo era blanco.
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