Quieres decirme adiós;
no necesito saber la razón.
Ahora que terminó nuestro amor breve,
sólo puedo desearte buena suerte.
No gastes tus lágrimas conmigo,
no necesito compasión.
Continúa con lo tuyo, sigue adelante,
y deja que tu nena siga su camino.
No voy a extrañar el rayo del sol:
estoy acostumbrada a la lluvia.
Cuando te vayas no me sentiré mal,
no extraño cosas que nunca he tenido.
Aunque odio perderte no voy a quejarme.
Dices que quieres irte; bueno, ahí está la puerta.
He sido decepcionada ya tantas veces...
No voy a extrañar el rayo del sol:
estoy acostumbrada a la lluvia.
Iré a la montaña a ver hundirse el sol.
Nunca encontraré a alguien que me ame como él.
Pero no voy a extrañar el rayo del sol:
tan acostumbrada estoy a la lluvia.
martes, 3 de noviembre de 2015
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