Despacio, nena,
cuando las luces se apaguen
no habrá quien te salve.
Esta noche
él perfora el Spiritus Sanctus.
A través de la morena cadera,
cae gritando:
¡Uhhh, mambo!
Mátame y mátame y mátame.
Si sacudo
esta agarradera,
morirás en sueños.
Excítame y excítame y excítame.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
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