Sígueme Poquita Fe,
voy a prender fuego a un campo de moras;
si eso no nos hace reír, nada lo va a hacer.
Prenderé fuego sólo para ver
lo que las llamas devoran.
Estoy atrapado en Nueva York
mientras la lluvia cae,
y aún siento que no vamos a ninguna parte.
Estoy atrapado en Nueva York
mientras la lluvia cae,
pero yo sigo formado en la cola
para la Feria de Vanidades.
Abandonemos
de camino a la costa
nuestras rojas
almas sureñas.
Abandonemos
nuestras rojas
almas sureñas:
todo se aleja...
Los momentos de desmadre
son cada vez menos cotidianos;
jugaremos monjas contra sacerdotes
hasta que alguno de los dos llore.
Los momentos de desmadre
nos vuelven más santos y delgados;
jugaremos monjas contra sacerdotes
hasta que alguno de los dos gane.
Asombroso príncipe, que duermas bien,
pierde tu corazón en la Historia...
Haznos reír o nadie lo va a hacer;
prendí fuego sólo para ver
lo que las llamas devoran.
No seas amargada, Ana,
ya conozco cómo piensas:
esperas que Radio City se desplome.
Encontrarás conmiseración
en todos los ojos;
la tormenta succionará de golpe
todas las chicas guapas hacia el cielo.
sábado, 28 de noviembre de 2015
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