Siéntate en mi cara
y dime que me amas.
En la tuya yo me sentaré
y te diré que te amo también.
Me encanta oírte oralizar
cuando estoy entre tus muslos.
¡Tú me vuelas la cabeza!
Siéntate en mi cara
y deja que mis labios te abracen.
Yo me sentaré en la tuya
y te diré que te amo con locura.
La vida puede ser muy bella
si hacemos un sesenta y nueve,
si en toda clase de lugares
nos sentamos en nuestras caras
y jugamos hasta volarnos las cabezas.
martes, 3 de noviembre de 2015
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