Haz a un lado las perlas
en esta vida de simple necesidad
y entra para siempre en mi vida.
Las ciudades destruidas
permanecen tal como recuerdas,
con los lugares que recorriste,
con las heridas que llamas propias.
El amor es suicidio.
Los cuerpos vacíos
permanecen en descanso,
víctimas de su propia carne,
aflligidos por su desposesión.
Pero nadie lo sabe.
Nadie siente como tú.
Ningún cuerpo siente como el tuyo.
El amor es suicidio.
Nos dirigimos a la noche,
a las ironías de la paz;
no puedes ayudar
negándote eternamente.
Las tragedias residen en ti,
los lugares secretos residen en ti,
las noches solitarias te dividen en dos.
Todas mis ampollas son reveladas
en la oscuridad de mis sueños,
en el espacio que media entre nosotros.
Pero nadie lo sabe.
Nadie siente como tú.
Ningún cuerpo siente como el tuyo.
El amor es suicidio.
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