Hay ángeles escondidos
bajo los cimientos de puentes
enterrados bajo tierra.
Se ciernen ahí por siempre,
para que nadie los encuentre.
Los trenes aceleran
sobre lagos congelados.
¿Alguna vez me verías
despierto bajo el hielo?
Ahora es demasiado tarde,
demasiado tarde para reparar
mis manos rotas.
Él tiene una guitarra de acero
en el lugar donde supuestamente
tiene su corazón.
Llamó a su mecánico,
pero no pudo afinar sus cuerdas.
Y dentro de su cabeza
siempre había música de circo.
Entonces saltó hacia al río,
entonces huyó hacia el mar.
Ahora es demasiado tarde,
demasiado tarde para reparar
mis manos rotas.
viernes, 27 de febrero de 2015
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