Cada vez que bebas,
cada vez que duermas,
¿están esos sueños en tu cabeza?,
¿hay luz del sol en tu cama?
Cada vez que conduces a casa,
lejos de tu zona de seguridad,
Adonde quiera que vayas,
no te desharás de mí.
Yo te pertenezco,
no hay nada que hacer.
Yo te pertenezco.
Pudiste hacer una apuesta más segura,
pero lo que rompes lo pagas.
Despiertas en la cama que tú hiciste.
Creo que cometiste un gran error.
Yo te pertenezco,
no hay nada que hacer.
Yo te pertenezco, suertuda.
Te bañas para ver
a un hombre que no soy yo.
Te pones una camisa,
una camisa que nunca veré.
Hay una carta en tu abrigo,
pero no hay nadie en u cabeza.
Eres demasiado inteligente
para recordar.
Eres demasiado inteligente,
suertuda.
martes, 10 de febrero de 2015
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