Fluyan mis lágrimas,
caigan de sus manantiales;
exiliado para siempre, déjenme llorar;
donde el negro pájaro de la noche
su triste infamia canta,
permítanme vivir olvidado.
Apáguense, vanas luces, no brillen más;
no hay noches lo suficientemente oscuras
para aquellos que en la desesperación
sus últimos infortunios deploran;
la luz tan sólo revela la vergüenza.
Desde que la piedad se fue,
mis penas no pueden ser sanadas;
y las lágrimas, los suspiros y los gemidos
a mis cansados días de alegrías han privado.
Desde la más alta
torre de la satisfacción,
mi suerte fue arrojada;
y el miedo, la pena y el dolor
son la única esperanza en mis desiertos,
desde que la esperanza se fue.
¡Escuchen, sombras
que en las tinieblas moran!
Aprendan a condenar la luz.
Feliz es aquel que en el infierno
no percibe al mundo y su desprecio.
martes, 3 de noviembre de 2015
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3 comentarios:
Muchas gracias...
Gràcies!
Hola Emmanuel. Estoy terminando la carrera de instrumentista guitarra en la Facultad de Música de la UNAM y quisiera usar tu traducción para uno de mis videos del servicio social. Lamentablemente no cuento con beca para retribuirte, pero si podría ofrecerte divulgar tu blog en el video ¿Me concedes ese permiso?
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