Dijiste que te quedaste en casa a solas con tu gripe,
pero averigüe por mis amigos que eso no fue cierto.
Sal esta noche de nuevo
con tus audífonos puestos
y camina por Manhattan
y su valle de los muertos.
No quise ser tu fantasma.
No quise ser el fantasma de nadie.
Pero tampoco quiero a nadie más.
Dijiste que me acercara a ti más de lo que nadie ha hecho,
para vivir bajo el agua durante más de un mes.
Dijiste que en mi corazón era de noche, y así era.
Dijiste que debería destrozar a un niño, y es lo que hace.
No quise ser tu fantasma.
No quise ser el fantasma de nadie.
Pero tampoco quiero a nadie más.
Tenía un agujero en medio,
justo por donde pasó el relámpago.
Les pedí a mis amigos que no se preocuparan.
Tenía un agujero en medio,
un acto secundario mejor que el de cualquiera.
Les pedí a mis amigos que no se preocuparan.
No quise ser tu fantasma.
No quise ser el fantasma de nadie.
miércoles, 4 de marzo de 2015
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