Me gustas, y me gustaría que te gustara que me gustes,
pero no te necesito, no necesito que desees que me gustes.
Porque aunque yo a ti no te gustara, aun así
me seguirías gustando, ¿entiendes?
Te lamo, y me gusta que te guste que te lama,
pero no te necesito, no necesito que te guste que te lama.
Si tu placer se convirtiera en dolor, aun así te seguiría lamiendo
para mi propia satisfacción.
Te cojo, y me gusta que te guste que te coja,
pero no te necesito ni un carajo,
no necesito que necesites que te coja.
Si necesitaras que yo necesitara cogerte,
eso mandaría todo al carajo.
Te deseo, y deseo que desees que te desee,
pero no te necesito, no necesito que necesites que te necesite.
Este soy yo, tómame o déjame, pero por favor no me necesites,
no necesites que yo necesite que me necesites,
porque estamos aquí un instante, morimos al siguiente,
así que ámame y déjame, pero intenta no necesitarme.
Eso es todo: te deseo, pero no te necesito.
Te amo, y amo cómo amas que te ame,
pero no te necesito, no necesito que ames que te ame.
Si tu amor se convirtiera en odio, ¿mi amor sería un error?
Así que voy a dejarte, y me gustaría que dejaras que te dejara,
pero créeme, mi amor, no es porque no te necesite
(sabes que no te necesito); yo lo único que deseaba era que me desearas,
pero tú sólo me asfixias con tu necesidad de que te necesite.
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