Por primera vez en mi vida
dejé que me capturaran.
Como un bebé grande y viejo,
me entregué a tu caridad.
Me acosté en la hierba crecida
y dejé que las hormigas me cubrieran,
dejé que los aviones volaran,
esperaba su destrucción:
naranja y azul en el cielo.
Por primera vez en mi vida
me estoy yendo lejos, lejos,
hacia dentro y al alcance de mí mismo.
Y todo lo salvaje es capturado,
como un bebé grande y viejo.
lunes, 23 de marzo de 2015
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