Una extraña forma de vida
patea las ventanas,
se arrastra por los patios,
parte de los ojos detonantes
de nuestros seres queridos;
es en verdad extraña.
Resulta un duro trayecto
tener que sortear el clima
para llegar a una cabaña;
es en verdad duro
caminar juntos
por este sendero.
Los más suaves labios
que he conocido:
tardé veinticinco años
para poder besarlos;
sonriendo y esperando
para poder agacharme
y besar dos veces
esos labios tan suaves.
En una oscura habitación
a lo largo de la nación,
tú me encontraste corriendo,
olvidando lo extraño, lo duro
y la suavidad de aquel beso,
en aquel cuarto oscuro.
Una extraña forma de vida
patea las ventanas,
se arrastra por los patios,
parte de los ojos detonantes
de nuestros seres queridos;
es en verdad extraña.
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